El sábado 29 de octubre se llevó a cabo una Jornada recreativo-educativa en las inmediaciones de la Reserva San Martin, con el objetivo de difundir el reclamo por la ampliación de la misma.
Se trata de un proyecto que busca ampliar la reserva para abarcar lotes que no están protegidos. La reserva tiene actualmente 114 hectáreas y este proyecto busca anexar 50 más. Se trata de terrenos baldíos que cuentan con gran biodiversidad de flora y fauna, y 3 lagunas naturales formadas a partir del yacimiento abandonado de la ex cantera de Alamino.
Al no existir una ordenanza de protección para esta zona, existen convenios no ejecutados que proponen la prolongación de la Costanera por la margen norte del río Suquía, o la conexión de Valle Escondido con la avenida Recta Martinolli.
Con punto de encuentro a metros del puente Los Carolinos, se inició a partir de las 10 de la mañana una grilla de actividades que constó de tres etapas diferenciadas.
En primer momento, se realizó una caminata hasta la laguna mayor, guiada por Adriana Moyano, bióloga y miembro de la Asociación Amigos de la RSM.
Moyano, explicó que se trata de una zona muy propensa a incendios por la basura y restos de podas que tiran los vecinos. Además, agregó que las motos que entrenan en estos terrenos, producen la erosión del suelo.
Sin participación democrática no hay desarrollo sustentable posible.
Adriana Moyano remarcó que el motor de esta actividad era “primero conocer para después defender”. Realmente es difícil dimensionar la importancia que tiene cuidar el bosque nativo, sin presenciarlo. Se ha naturalizado el hecho de que sea cada vez más reducido.
La ex concejala Graciela Villata suscribió sobre la importancia de estas instancias y contó que así fue que la Reserva San Martín se pudo constituir como tal. “En marzo del año 2009 los vecinos se organizaron para reclamar por la posibilidad de construir un puente sobre lo que hasta el momento era un parque” relató, haciendo referencia a lo que hoy es Patrimonio Ambiental de la ciudad.
En un día de mucho calor, la defensa de esta causa se reforzó de forma espontánea, ya que se volvió inevitable el retorno a la sombra para descansar y pasar a la segunda parte de la actividad, una charla con dos especialistas.
Primero, se presentó Cecilia Estrabou, bióloga y directora del Cernar (Centro de Ecología y Recursos Naturales Renovables de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC).
La personalidad Cordobesa del 2021 según La Voz, expresó: “Tenemos que sostener este pequeño bosque, este espacio de humedal, porque en la ciudad de Córdoba no hay espacios verdes, es el último que queda. Nadie me diga el parque sarmiento, por favor”
Además, contó que existe la idea de ampliar aún más, creando “corredores biológicos” que unan directamente esta reserva con la Reserva de la Defensa, entre Malagueño y La Calera, para que los animales y las semillas puedan desplazarse.
La bióloga afirmó que son las plantas autóctonas las que absorben esos contaminantes y además permiten que los arroyos y lagunas existan.
Por último, comentó que hace más de 10 años hizo un mapa de contaminación del aire de la ciudad que años después no quisieron volver a repetirlo porque la ciudad “ya es tóxica, no solo está contaminada”.
En segunda instancia tomó la palabra María Beatriz Valencia, arquitecta y titular de la Red Nuestra Córdoba.
Planteó que su labor es pensar la necesidad de ampliar la reserva desde la perspectiva de la planificación urbana, con la Incorporación de una perspectiva ambiental. ¿Cómo pasar del discurso político a las políticas públicas concretas? ¿Qué tipo de planificación hay?
En este sentido, dijo que lo más reciente en esta materia es la Ordenanza 13131 sobre las Bases para el Plan de Ordenamiento del Área Intermedia y Periférica, “hecha a puertas cerradas”.
“Se habla de la necesidad de adecuar las normativas a la ciudad real. ¿La re-naturalización de las lagunas no sería una ciudad real? ¿No deberíamos adecuar las ordenanzas a la vocación natural de esos sitios?” destacó Valencia.
La arquitecta declaró: “esta ordenanza contempla únicamente elementos funcionales. Se plantea en función de la estructura vial, privilegiando su conectividad. Habla de usos que se restringen a lo residencial y económico productivo”
Agregó que si bien la ordenanza identifica la amenaza del avance de la mancha urbana, esto no se refleja en sus propuestas.
La magíster en Gestión Ambiental del Desarrollo Urbano indicó que cuando habla del verde habla de espacios públicos, “pero hay espacios verdes que no son espacios públicos”. “Esa Traspolación del concepto de lo paisajístico natural a restringirlo en una estructura urbana solo con espacios públicos, es por lo menos perverso” argumentó.
Para cerrar, expuso: “¿Cuál es el concepto de territorio y ambiente que se maneja hoy en la planificación urbana? ¿Es un dato anecdótico para mencionarlo y quedar bien?”. Y concluyó: “es necesario no ver los espacios verdes como sueltos, sino pensar una estructuración y conectividad, no solo vial, sino ecológica y ecosistémica”
Luego de la exposición de ambas profesionales, la charla cerró con una dinámica de participación abierta.
Agustín Cerda, activista ambiental y miembro del Foro Ambiental, Córdoba aclaró que actualmente existe una mesa de trabajo que integra 30 organizaciones, con reuniones cada 15 días, que viene presionando a las personas responsables del tratamiento de este proyecto.
Cuatro representantes del Consejo Deliberante de Córdoba se hicieron presentes: Ricardo Aizpeolea y Armando Fernández, de Córdoba Cambia, y Laura Cubas, del Frente de Izquierda, acompañada de la legisladora del partido Noelia Agüero.
Sobre el cierre, Martín Vazquez Jones, co-fundador de la Asociación Somos Río Sustentable, se encargó de dar una serie de Instrucciones previas a la plantación de 30 árboles nativos. Entre ellas, advirtió que era fundamental utilizar triple tutor, ya que de lo contrario, el servicio de mantenimiento de la provincia los poda como yuyos.
Finalmente, se procedió a la Reforestación con especies nativas a un lado del río Suquía.