El teatro independiente como encuentro, comunión entre el espectador y el actor, se presenta “No dirás el nombre del Sr. Pérez en vano” todos los sábados a las 22, en María Castaña (Tucumán 260) con un valor de $100 general y $80 estudiantes. Luego de la muerte de su profesor y directo, Leo Rey y haber compartido desde niño clases, escenario y seminarios, estos ex estudiantes de María Castaña, deciden conformar el grupo “La Maraña Teatro” y llevar a cabo su primer proyecto. La obra está conformado por su director Tato Fernández Benard y sus actrices Pola Halaban, Camila Messad y Malena Sbarato.
Esta creación dramática pero con mucho humor, intenta “cachetear al público” a partir de la reflexión en como la sociedad esta inserto en la rutina y que nadie está exento a ella. En sus comienzos la creación era colectiva, cada uno reflexionaba y no se limitaban a pensar a la hora de armar la obra, luego de algunos inconvenientes las artistas proponen a Tato Fernández que las dirija, ya que el había tenido bosquejos de dirección, así el Sr. Perez empezó a tomar forma.
El Aspirante dialogó con su director, del cual contó que: “la obra te acerca a lo humano, de tanto cumplir con un horario, de tanto atender un teléfono, hacer magia negra para llegar a fin de mes, ya vivimos como autómatas” a su vez relata que la obra surge de la necesidad de contar inquietudes y en “como con el tiempo vamos perdiendo la cabeza, en preguntarse, ¿amo lo que hago?, ¿por qué hago lo que hago?”. Ademas, Tato remarca la importancia del teatro independiente, diciendo que: “no trabajamos para otro, exponemos nuestras propuestas y miradas de la forma en que queremos hacerlo, con nuestros tiempos, disfrutándolo y más que todo haciéndolo para que la gente se vaya contenta”.
¿Por qué quieren llegar al público de la UNC? “al pertenecer a un seminario del Teatro Real, queremos generar aún más el apoyo, unión y compañerismo por parte de las otras escuelas de teatro públicas”. Con una propuesta diferente y multifacética, los chicos de “La Maraña” apuestan a la independencia teatral, al público en general y al “click” social.
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