Estuve en un ensayo de la barra del equipo de fútbol femenino de Belgrano, Las Piratas de Alberdi. Vi como, entre música y risas, se organiza un movimiento que acompaña a uno de los orgullos del club.
Todos los sábados a las 17 horas, el área de música de la barra, MusiCAB, se reúne a ensayar. Ahora, con el campeonato entre manos, continúan ampliando su repertorio de canciones y mantienen reuniones que mantienen un tono de cercanía y amistad que atrae. El 28 de octubre a la tarde, escapé del interior de un colectivo sobre la Avenida Santa Fe, dos cuadras antes de la Costanera, yendo a presenciar uno de estos eventos. Bajando junto al Suquía, los murales ambientaron lo que iban a ser las próximas horas. Uno de ellos, que lee “en Alberdi todo el año es carnaval”, pareció en particular de importancia dada la actividad a la que atendí.
Llegando a la cancha, me dirigí hacia la puerta 15 del Gigante de Alberdi, sobre la Hualfin, por donde se debe entrar ahora que comenzaron las remodelaciones sobre la tribuna Heredia. Una vez pasé el playón y encaré hacia la Preferencial, me encontré con tres figuras hablando. Me recibieron y comentaron sobre la situación, estaban esperando que llegase el resto de la gente. Esperaban, por lo menos, diez personas más.
Acababan de bajar los instrumentos de un flete, se los veía apilados junto a los mazos y los platillos, listo para retumbar. Estaban aprovechando el tiempo antes de que apareciera más gente para discutir distintos temas organizativos, movimiento en redes y situaciones generales de la vida dentro de un espacio que se reconoce deportivo y político. Se notaba una cercanía bastante fuerte entre ellas, lo cual resulta extraño cuando se tiene en cuenta que, de forma oficial, la barra existe desde agosto de este año. Entre propuestas y charla cotidiana, aparecían chistes con doble sentido o anécdotas de cancha, una más bizarra que la otra. “Aprovechamos a sacarnos todo de encima ahora antes de que lleguen las bendis”, me confirmó Pau, una de las que están desde que se concibió el grupo.
Lentamente, comienzan a llegar mujeres y niñes. Algunes están ahí acompañando a sus madres, otros, dos chicos que no tuvieron timidez en revelar sus talentos con el bombo y el repique, ya eran una parte consolidada de la barra. Se fueron saludando y organizando. Se reunieron en una ronda y se comunicó en general que se iba a hacer ese día. Había tres nuevos temas por aprender. El primero, con un ritmo de una canción popular del momento, ya estaba listo y solo quedaba que las personas que lideraban cada instrumento le pasaron los toques a les demás. De los otros dos, uno tenía la letra y el otro el ritmo. De haber tiempo iban a intentar completar alguna.
Comenzaron entonces a cantar el tema que ya tenían preparado. Lo habían compartido antes, así que las voces resonaron sin problemas. Sin revelar mucho, hace referencia a la “Pepa” Gómez, jugadora histórica del plantel, a distintos trapos que suelen verse en los partidos del femenino y al torneo obtenido este año. La gente no tardó en sumarse con ganas.
Entonces, para avanzar, sacaron un celular y reprodujeron un audio con los toques de los distintos instrumentos. Apenas se escuchó que estaban grabados con la voz, simulando percusiones varias, se largaron unas cuantas carcajadas. “Es lo que hay”, se comentó. Más allá de la subjetiva calidad de ese método, los toques se fueron transmitiendo rápidamente. Se dividieron por grupos los tambores zurdos, los bombos con platillos y los repiques. Practicó cada quien por su cuenta las partes que se les habían asignado, guiándose por quienes ya lo manejaban, sea siguiendo el ritmo o escuchando la letra.
Poco a poco fueron consolidándose los toques, y quienes sentían que ya lo manejaban a un nivel suficiente se alejaban un poco del montón, para que el ruido de les demás no interrumpiera, y grababan sus partes para poder utilizar los videos en caso de que se necesite enseñarle a alguien más.
Una vez se pudo pulir cada instrumento, se reunieron nuevamente en el centro de la Prefe, justo en frente de la pintada que recuerda el centenario de la Reforma Universitaria. Entonces aclararon algunas cosas. Ya tenían dos canciones propias, Fútbol Fernet y Amor Piratizado, y la gente los había aprendido gracias a su presencia en redes sociales. Los nuevos iban a tener que publicitarse. Debían grabar videos tocándolos y quizá crear un cancionero digital. Incluso se propuso la idea de hacer un producto bastante complicado con drones y recursos que quizá no estaban del todo dentro del presupuesto que maneja la barra.
Se siguió discutiendo cómo compartir las nuevas canciones cuando Mati, el chico que lidera los repiques, se rió y comentó: “¡Sacá la bandera, Yesi!”. El resto se alzó entre carcajadas frente a un comentario que requería de más contexto. Me explicaron entonces que, durante el último partido de local que el equipo femenino de Belgrano jugó este año, hubo un momento en que ciertos personajes parecían demasiado cómodos con solo ver el partido. La Yesi, que por lo visto no tiene miedo a hacer lío, comenzó a “amenazarlos” para que canten, sosteniendo el palo de una de las banderas que llevaron como si fuera un arma. No alcanzaron a terminar de explicarme que largaron otro chiste, esta vez más discreto, con cuidado por les niñes, pero que aún así logró contagiar a todo el grupo en risas.
Una vez pasado ese pequeño descanso, comenzaron a tocar el nuevo tema. Como no alcanzaban los instrumentos, quienes no tenían se dedicaron a cantar, e iban rotando cada ciertas vueltas. Siguieron hasta que estuviera bien afianzada, y cuando tuvieron videos listos para tener a mano para redes o uso propio, se tomaron un descanso ya más largo.
Se encendieron cigarrillos, se sacaron gaseosas y galletas y nuevamente se comenzó a charlar. El sol llegando al horizonte y anunciando el atardecer le dió una estética casi de película a la situación. Entre tópicos más serios sobre planes a futuro, posibles viajes a Buenos Aires el año que viene y aún más chistes, se sentía un ambiente familiar, de participación en un contexto más grande. “Imaginate a la Pirata pintada en la Popu”, me comentaron señalando los dibujos de piratas que decoran la tribuna al otro lado de la cancha, soñando con verse grabadas en su hogar.
Pero no tardaron en volver a la acción. Pronto se cargaron los instrumentos y practicaron otras canciones que ya vienen tocando hace meses. Además de los propios, hay varios que siguen de cerca los temas que se cantan en los partidos del masculino, aunque cambian el género de algunas palabras para hacer referencias al plantel femenino y evitar insultos y referencias a sustancias varias. Aquellas que ya incluyen otros tipos de violencia son dejados completamente de lado. “Queremos cambiar la visión que se tiene sobre la barra, sobre el aguante” me comenta Lucía, la hermana de Pau. “Somos un grupo de mujeres, diversidades e infancias. Vivimos la pasión a nuestra manera y no necesitamos hacer referencias a otros equipos ni insultarlos. Solo mencionamos a Belgrano”.
Cuando la noche comenzó a hacer presencia, reunieron los instrumentos y los subieron al flete. Se quedaron sobre Rioja y Orgaz, bajo el escudo de Belgrano que adorna esa esquina, esperando a que llegaran a buscar a las mamás con hijes y al resto de les menores. Acompañé a las chicas que restaban hasta la Avenida Colón. Pau debía tomarse un interurbano hasta Carlos Paz. Otras iban hacia Mendiolaza o Barrio Cerveceros. Hacen viajes de 45 minutos, una hora, dos horas. Se piden las unas a las otras que se avisen cuando tomen los colectivos y lleguen a casa.
Bajan por la avenida y cada quien se separa cuando llegan a la parada donde pasan sus omnibuses. Yo me separé justo antes de la calle Mendoza. Esperando el colectivo, me alegré de poder ver la pasión de estas hinchas que decidieron organizarse para comenzar algo que en el país todavía no se ha hecho.
Solo estuvo el área de música, pero existen muchas más. Están detrás de los trapos y las banderas, que organizan los recibimientos, que llevan las redes sociales y muchas otras actividades. Todas lo dejan todo, cada una aporta para avanzar en este terreno en el que son pioneras. Son la primera barra, lo demás no les importa nada. Espero que llegue pronto el inicio del torneo de Primera División del año que viene.