Expresó el especialista en comunicación que la denominada “convergencia” impulsada por el gobierno nacional en la nueva ley de medios, que busca la unificación regulatoria de la actividad de productores audiovisuales con la de proveedores en telecomunicaciones, es un carta multipropósito usada para otras políticas reformistas en general. Sostuvo esto en la “Primera jornada sobre Actualización y unificación de las Leyes de Servicios de Comunicación Audiovisual y Argentina Digital” que se realizó el lunes en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad nacional de Córdoba.
Martín Becerra expresó que la “convergencia” tiene una noción polivalente. Implica muchas actividades a regular como lo referente a las tecnologías donde hay muchas lagunas, como puede ser Whatsapp, compartir la señal de wi-fi con el resto o las Apps que funcionan desde un celular. Pero también habló de la convergencia económica, la de los grupos concentrados, que con el relato siempre invocado, “que los Estados deben relajar su regulación legal para poder aquellos brindar un servicio mejor y más innovador”, acaparan más mercado.
Expresó que en el mundo no hay un modelo similar o regulación como ésta que se quiere realizar sino yuxtaposición de leyes aplicables para ambos sectores. Becerra invitó a pensar y plantear propuestas sobre las contraprestaciones económicas de interés público que tienen que hacer los actores concentrados tanto de audiovisual como telecomunicaciones. Y puso como ejemplo la obligación de proveer servicio a los sectores alejados e inaccesibles. Insto a ser imaginativos.
Eje: “concentración“ de medios
Martín Becerra disertó en relación a este eje al que notó ausente en el discurso del gobierno de Macri, pero muy presente en los dos gobiernos anteriores. Aunque señaló que La estructura no se movió ni antes ni ahora. “Concentración de que?”, dijo y agregó: “ no todos son iguales de concentrados para todo. No es lo mismo el grupo concentrado que usa espectro que administra el Estado pero el titular es la humanidad a que un grupo concentrado que tiene infraestructura, esto es caño, a que el grupo que no produce contenido como Telefónica o Claro de Carlos Slim”.
Sostuvo que pensar “¿que concentra?” es una pregunta fundamental para demandar que aportes o pedido se le hará con la regulación. “Al de caño, pedirle que no discrimine contenido. Al que produce y tiene caño pedirle las dos cosas. Al que tiene algoritmo que define agenda (google) hay que pedirle otras cosas.”
Afirmó que la regulación debe definir cuales son los intereses públicos, cuales los derechos sociales, cuales los accesos, y la tarifa social, luego hizo una pausa se quedó pensativo y dijo: “Que, el acceso generalizado a tecnología digitales… lo haya logrado el mercado y no el Estado, a través de este artefacto (señaló su celular) y que lo haga con criterio mercantiles y discriminatorios, con tarifas por las cuales los más pobres pagan más que los tenemos menos privaciones … es un escándalo” y agregó: “ Es un escándalo de verdad que tiene que ver con la injusticia social que en la telefonía móvil nadie ha corregido. En otras tecnologías si hubo, pero en ésta no. El minuto de conexión por tarjeta se paga más caro que el que tiene abono”
Becerra veló por políticas de promoción de la diversidad y el pluralismo, pues sostuvo que el Estado lo asumió por la convención americana DDHH, la convención de la diversidad cultural de la Unesco 2005 y por los principios de la Constitución Nacional. Y dijo “No puede haber verdadera diversidad y pluralismo con los niveles escandalizadores de concentración de medios” La excesiva concentración es un problema de la democracia” y criticó al gobierno nacional diciendo que si hace gala en sus discursos de la “competencia económica” entonces la concentración sería algo contradictorio porque obstruye la presencia de nuevos actores.
También criticó la gestión nacional de los últimos 6 años al decir que no cumplió el 33% de reserva de la ley a los sin fines de lucro. “Yo no le puedo facturar solamente a Mauricio Macri que está incumpliendo con la obligación estatal de darle cabida plena, a la libertad de expresión, a los sin fines de lucro, si no he dicho una palabra de los incumplimientos anteriores”, dijo Becerra.
Y finalizo diciendo: “No es lo mismo producir contenido que no producirlos. Estimular no significa obligar. No es lo mismo poseer redes de distribución de contenido a que no poseerlas. No es lo mismo producir y poseer redes al mismo tiempo a que no tener ninguna No es lo mismo tener posición dominante en la producción y distribución de contenidos a que no tenerla.”.
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