La organización sin fines de la lucro, Concientizar para Prevenir, advierte que hacen falta más campañas para reforzar la educación sobre los riesgos que supone conducir un vehículo después de haber consumido alcohol. También que deben aumentarse los controles y las sanciones para evitar el incremento de la siniestralidad vial.
La asociación civil, Concientizar para prevenir, advierte que los controles de alcoholemia en la ciudad de Villa Carlos Paz son escasos y que debería modificarse la normativa que ordena la regularidad de los controles. La misma fuente indica que el Municipio en la actualidad realiza controles una vez por semana de acuerdo a la ordenanza vigente (4.915) y opina que la frecuencia debería ser mayor por cuanto la siniestralidad vial disminuye cuando aumentan los controles de alcoholemia. En línea con ese análisis, la ONG presentó el 7 de abril pasado ante el Consejo de Representantes de la Municipalidad una solicitud para que los controles se realicen “diariamente en diferentes áreas de la ciudad de manera imprevista y rotativa”.
“Hacen falta más campañas de educación para niños, jóvenes y adultos. Hay que hacer funcionar el Programa de alcoholemia cero, y dejar de lado la idea de que el conductor puede manejar con lo permitido que es 0,4 gramos cada litro de alcohol en sangre porque hasta eso afecta la conducta del infractor”, señaló María Teresa Cedrola, representante de Concientizar para Prevenir. Y aunque expresó que es “consciente” de que los cambios solicitados “llevan un tiempo en hacerse realidad”, denunció que la ONG “dejó de recibir las estadísticas que la Municipalidad solía enviarles anualmente acerca de los controles de alcoholemia”. Agregó también que en “reiteradas oportunidades” la ONG solicitó que los controles se llevaran a cabo “en distintas ubicaciones y que los días de control rotaran” para “generar mayor concientización”.
Con respecto a esto, Roberto Giménez, director de Seguridad de la Municipalidad de Carlos Paz declaró: “Los controles se realizan los fines de semana, sobre todo los sábados y los domingos, en distintos puntos de la ciudad tales como arterias principales, en la zona centro, en el área de la costanera. Según cómo se presente la situación en la noche”. Luego justificó que en “la mayoría de los casos no fuera posible llevar a cabo los controles” debido a que “los conductores se dan a la fuga”, o a causa de que “se enteran de los controles y eligen otras rutas para evitarlos”. Remarcó también que el municipio se limita a acatar las ordenanzas sancionadas por el Consejo de Representantes que solo pueden ser modificadas por dicho cuerpo.
Con respecto a la denuncia de Concientizar para Prevenir acerca del cese del envío de las estadísticas anuales de control de alcoholemia por parte de la Municipalidad, Giménez ofreció una explicación creativa. Dijo que la ONG “estuvo presente durante algunos controles y acompañó a los agentes municipales”. Dos actividades que no parecerían tener relación alguna con el hecho de que la ONG hubiese dejado de recibir los datos anuales acerca de los controles. Luego comentó que “durante la primera parte de la pandemia todo fue muy leve (sic) debido a las restricciones emanadas desde la Nación y la Provincia”. Sin embargo, detalló también que a medida que se fueron liberando algunas restricciones, se empezaron a implementar nuevamente los controles. “A pesar de que se mide y se realiza un seguimiento permanente, existen variaciones y picos en las curvas de las mediciones ya que todo depende de las actividades registradas en la agenda municipal”.
No obstante, Giménez sostuvo que dependiendo de cómo se desarrollen los controles los fines de semana, “se puede hablar de un promedio de entre 15 y 18 retenciones preventivas de vehículos por alcoholemia” . Un dato que la ONG no puede corroborar en tanto no ha recibido en los últimos años las estadísticas oficiales. Insisten en que los controles son insuficientes “considerando la cantidad de alcohol que se consume”.
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