La inteligencia artificial (IA) es una de las tecnologías más prometedoras y transformadoras de nuestra era, y a medida de su constante evolución, surgen desafíos y riesgos que determinan nuestro futuro como sociedad. Inteligencia artificial ¿oportunidad o desafío?
En las últimas décadas, la tecnología avanzó a pasos agigantados y uno de los mayores hitos fue el desarrollo de la inteligencia artificial. En las últimas semanas, este tema ha cobrado gran relevancia a nivel mundial, posiblemente debido al éxito del ChatGPT, que recibió gran difusión y ganó mucha popularidad a nivel mundial. Su uso está cada vez más extendido, y se podría decir que se está volviendo prácticamente una normalidad en nuestra vida diaria.
La aparición de esta innovadora tendencia trae consigo un nuevo temor que es que esta supere la inteligencia humana. El miedo de que nos reemplace y perdamos el control de nuestra civilización es cada vez más grande. Mucha gente dice que estamos viviendo el comienzo del fin del ser humano y lo ven como una gran amenaza, pero muchas otras personas lo ven como una gran oportunidad y como algo beneficioso para nuestro futuro como humanidad. La doctora en Ciencias Sociales Flavia Costa en una reciente entrevista con Ciudad U explicó que ve a la IA como un desafío en general, ya que como sociedad no dimensionamos realmente hasta dónde nos puede llevar, porque al ser un descubrimiento dentro de todo reciente, no nos permite vislumbrar el futuro.
La realidad es que, dependiendo del punto de vista, los riesgos y los beneficios que trae aparejado esta inteligencia creada por el hombre son variados. Javier Blanco, docente e investigador de FAMAF, reconoce que la producción de conocimiento a través de las nuevas tecnologías puede tener grandes beneficios para entender el mundo y acceder a conocimientos que de otra manera serían inaccesibles. Sin embargo, “esto también implica riesgos, especialmente en un ecosistema donde la mayoría de empresas que producen este tipo de programas tienen fines de lucro, lo que a menudo resulta en la maximización de la interacción en las redes sociales para capturar y mantener la atención”. Estos riesgos son disruptivos tanto para lo social como para lo cognitivo e individual. Además, “existe la posibilidad de manipular intenciones y expectativas, especialmente en elecciones, mediante la interpelación de perfiles determinados” agregó Blanco. Lo que estos perfiles pueden reconocer y hacer en consecuencia es mucho más de lo que uno podría esperar de una simple inspección.
La inteligencia artificial no es una moda pasajera. Nadie puede negar que estamos viviendo un tiempo de transformación del mundo. Como afirma Warwick, K. en el artículo El futuro de la inteligencia artificial y la cibernética: “Es crucial que trabajemos para garantizar que la inteligencia artificial y la cibernética se utilicen de manera ética y responsable para maximizar sus beneficios y minimizar sus riesgos”. La revolución digital ya empezó hace décadas. El avance progresivo de la IA es la realidad que vivimos en el presente, a veces sin siquiera ser conscientes de los cambios consistentes y múltiples. El futuro de la inteligencia artificial nos espera con muchos desafíos y oportunidades a los que nos vamos a tener que aggiornar, por lo tanto, depende de nosotros como humanos y como sociedad hacer un buen uso y administración de esta inteligencia creada por el mismo humano.
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