El pasado viernes 14, integrantes de la Asamblea Paravachasca participaron del Festival por el Ambiente realizado en Ciudad Universitaria. El evento fue gestionado por Radio Revés, mancomunadamente con organizaciones cordobesas en defensa de los territorios, como parte de una batalla cultural que se viene gestando contra la avanzada de megaobras, sin legitimidad social, que ponen en jaque la biodiversidad del Valle.
Ante la imposibilidad de seguir poniendo el cuerpo sobre la traza provincial de la autovía para defender la tierra, el monte y el agua, la pugna tomó otra vía. Los juicios éticos y populares contra les ecocidas de la provincia de Córdoba, las actividades culturales y artísticas son ejemplo de las luchas continuas. Estas instancias procuran ser herramientas de conocimiento colectivo y de juzgamiento a les responsables de políticas de explotación, saqueo, contaminación y destrucción del ambiente.
Es en este sentido que se realizó el Festival, una jornada de lucha y reflexión ambiental. Bajo las consignas “Nunca más ecocidio en los territorios, nunca más comunidades sacrificadas, nunca más criminalización de la protesta social y ambiental” la resistencia de la Asamblea sigue en el arte, en los festivales, en la construcción colectiva de saberes y memoria.
Asamblea Paravachasca: “Nos queda el cuerpo en el territorio”
El 23 de diciembre de 2020, la legislatura cordobesa sancionó de interés público el proyecto de la Autovía de Paravachasca por medio de la Ley 10.733. En su artículo 1° se estipuló: “Decláranse de utilidad pública y sujetos a expropiación los inmuebles necesarios para la ejecución de las obras ‘Variante Ruta Provincial 5 – Tramo: Alta Gracia Intersección Ruta S-495’”. De esta manera, no sólo se habilitó atravesar los montes nativos y las cuencas hídricas, que abastecen de agua a más de 80 mil habitantes de Córdoba, sino que también se autorizó el desalojo de les vecines residentes de las zonas afectadas por el trazado de las obras.
La construcción de la autovía se inició el 15 de mayo del 2022. Desde entonces, la Asamblea de Paravachasca, conjuntamente con las diversas organizaciones de zonas aledañas, iniciaron una serie de medidas legales, administrativas y culturales para detener la obra: denuncias penales, medidas cautelares, amparos ambientales colectivos, audiencias públicas, acampes y marchas. Las respuestas fueron represión, desalojos, detenciones y la judicialización de les manifestantes. Las topadoras continuaron avanzando y las Asambleas siguieron resistiendo.
“Siempre tuvimos la claridad política en los territorios de que las obras de autovía son eslabones fundamentales de la lógica extractivista. No solo el gobierno de Córdoba, los intendentes y jefes comunales son parte de esta lógica, sino también los gobiernos nacionales, las multinacionales y las empresas, además del poder judicial. Todos ellos tienen igual orden de responsabilidad”, relató Diego Aranda, integrante de la Asamblea Paravachasca, en el marco del Festival por el Ambiente.
En este sentido, cabe destacar que tanto la Autovía de Paravachasca como la de Punilla forman parte del proyecto I.I.R.S.A. (Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana). Esta plataforma fue creada durante la primera Cumbre Sudamericana de agosto del 2000. Su objetivo, constatado en la página oficial de I.I.R.S.A., es “construir una agenda común para impulsar proyectos de integración de infraestructura de transportes, energía y comunicaciones”. Esta Iniciativa dio como resultado una cartera con más de 500 proyectos que construirán un corredor bioceánico. De esta manera, se conectarán los puertos de Chile y Brasil, con salida al Pacífico y el Atlántico, para permitir el fluido tránsito comercial hacia los mercados de Oriente y Asia, intensificando los procesos extractivistas en todos los países de Sudamérica.
“Lo único que nos fue quedando –relataron desde la Asamblea Paravachasca– fue el cuerpo en el territorio, defendiéndolo. Y, después, los palos de la policía, la criminalización de la lucha para que bajemos los brazos. Pero no lo estamos haciendo, porque estamos convencidos de que un mundo diferente es posible y esa posibilidad es colectiva”.
Rememorando la jornada de acampe contra la Autovía
Según lo informado por Camino de las Sierras, la empresa encargada de realizar la autovía, la obra de Paravachasca tendrá una extensión total de 27,8 km entre Alta Gracia y Villa Ciudad América, divididos en 4 secciones. La sección 4, que unirá Villa Ciudad América con La Serranita, se encuentra en obras. La sección 3, próxima a comenzar, comunicará La Serranita con la Ruta Provincial E-56 (Camino a José de la Quintana). La sección 2, cuya licitación ya fue adjudicada y se encuentra en proceso de firma de contrato, continuará hasta la Ruta Provincial S-524 (Camino Costa Azul) y la sección 1, en proceso de licitación, desembocará en Alta Gracia.
“Lo único que teníamos como arma era poner las cuerpas frente a las máquinas”
La última vez que les vecines pudieron poner el cuerpo en aquella traza fue en el acampe realizado en La Serranita, en mayo de 2022. Se había presentado ante la justicia un amparo ambiental colectivo y estaban a la espera de una resolución. “Ese día la policía estaba muy brava, muy violenta”, relató Luis Suárez, une de les detenides en la represión del acampe. Les arrinconaron, separaron al grupo y amenazaron con reprimir. La resolución de la justicia no llegó, por lo que les manifestantes comenzaron a levantar sus carpas para irse. “Pero no esperaron ni a que nos vayamos; como una provocación empezaron a trabajar las máquinas, a tirar árboles. Lo único que teníamos como arma en ese momento era poner las cuerpas, ponernos frente de las máquinas”, continuó Luis.
La justicia no llegó nunca, lo que sí llegó fue el gas pimienta. Se llevaron a Luis y otres manifestantes a la comisaría, sin ofrecerles atención médica a pesar de las heridas que causaron los palazos y golpes por parte de les represores. Les mantuvieron allí hasta que compañeres y vecines acudieron a la puerta de la comisaría para exigir la liberación de les ilegalmente detenides. Les dejaron ir con una causa abierta por resistencia a la autoridad y amenazas. Luis aclaró que en el momento de la represión eran 15 compañeres contra más de 50 policías, en ningún momento pudieron resistirse, “eso es pura patraña”, zanjó.
El Gobierno de Córdoba anunció que la finalización de la obra completa está prevista para el corriente año. Quienes tienen causas abiertas por los acampes son conscientes de estar en constante peligro porque siguen luchando en contra de esta Autovía, y de les responsables de su ejecución. “Quedamos con miedo”, concluyó el integrante de la Asamblea. Pero eso no causó que dejaran de participar, convencides de que la causa es noble, justa y requiere del compromiso colectivo para decir Nunca más.
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